Manchas negras en la piel del perro, ¿es algo grave?

 

¿Manchas negras? En función de si afectan al pelo o a la piel, tanto su significado como sus causas pueden ser totalmente distintos.

Marina G Veterinaria

Estás acariciando a tu perro en casa… pero, entonces, justo cuando le separas distraídamente el pelo, ves esa mancha negra. ¿Qué puede ser? ¿Es cáncer? ¿Es un signo de algo grave? ¿Qué está pasando? Bueno, las posibilidades son muchas… 

Para averiguar qué está pasando, debemos pensar en los diferentes tipos de manchas y en las zonas donde podemos encontrarlas. Cada tipo de manchas tiene una causa distinta y, por lo tanto, debe abordarse de un modo distinto. No obstante, si te preocupa, ¡consulta a tu veterinario! El equipo veterinario podrá ayudarte a llegar a un diagnóstico y a preparar un plan terapéutico adecuado.

¿Se deben las manchas a algún material en el pelaje?

¿Están sueltas y puedes retirarlas o desplazarlas al sacudir el pelo? Si es así, las causas más frecuentes son: 

¡Barro!

Resulta inevitable que a los perros que se revuelcan en la tierra o nadan habitualmente se les adhieran partículas de barro, por lo que esta podría ser la causa de las manchas oscuras que observas en su pelo. Aun así, es importante asegurarse de que se trata de barro y no de algo más serio. 

Heces de pulgas

Si las manchas negras son como pequeños granitos o arenilla negra, pueden ser un signo de infestación por pulgas. La mejor manera de distinguir entre el barro y las heces de pulgas es la prueba del papel húmedo.
●    Humedece una hoja de papel blanco normal.
●    Cepilla la suciedad sospechosa de modo que caiga sobre el papel.
●    Intenta tiznar el papel apretando los puntos negros.

Si el papel queda manchado de color marrón, las partículas probablemente son de barro. Sin embargo, si el color que dejan en el papel es rojizo, será debido a la presencia de sangre digerida, un signo claro de que las partículas son heces de pulgas.

Las heces de pulgas demuestran de forma definitiva la presencia de pulgas adultas, pero, por desgracia, no pueden decirnos cuántas pulgas hay en el hogar, sino tan solo cuántas ha habido recientemente en el perro. No obstante, por regla general, cuántas más heces observemos, más pulgas habrá en el hogar. 
Es esencial tratar al perro afectado, preferiblemente usando un producto recomendado por tu veterinario. Sin embargo, también es importante tratar el entorno, ya que es ahí donde se encuentra el 95 % de la población de pulgas, sobre todo en forma de huevos, larvas y pupas, que luego se convertirán en pulgas adultas y volverán a infestar al animal. Una vez más, tu veterinario podrá aconsejarte sobre la mejor manera de terminar con la infestación en tu hogar.

Seborrea o restos de grasa

Aunque la caspa en los perros suele ser de color claro y presentarse en forma de escamas blancuzcas, en ocasiones, los residuos de grasa pueden secarse y oscurecerse, y entonces aparecer como pequeñas láminas marrones entre el pelo. Estas escamas no dejan ningún tipo de mancha cuando se realiza la prueba del papel húmedo, lo que nos permite distinguirlas del barro y las heces las pulgas. 

Las escamas oleosas suelen observarse en trastornos provocados por un aumento de la producción de sebo en la piel, si bien también pueden encontrarse escamas secas en los trastornos exfoliativos. Y, por supuesto, ¡muchos perros tienen ambos tipos de descamación! Es normal encontrar algunas escamas entre el pelo del animal, pero si se observan en gran cantidad, apuntan a un trastorno clínico que necesitará el análisis de un veterinario. 

El tratamiento de la seborrea suele girar en torno al tratamiento de la causa subyacente (si se conoce), al restablecimiento del equilibrio lipídico de la piel y la normalización de la renovación celular, con sustancias como Seboliance, uno de los ingredientes de DOUXO® S3 SEB.

¿Se encuentran en el interior de la piel o en su superficie? ¿Están muy localizadas?

Si se trata de protuberancias pequeñas y bien diferenciadas (por lo general, redondas, aunque los márgenes pueden ser un poco irregulares en algunos casos), rodeadas de piel normal, probablemente se trate de un trastorno focal. Esto significa que el problema se localiza en esta única zona, pero que el resto de la piel no está afectada en su mayor parte. Entre las causas más frecuentes de las manchas de este tipo se incluyen:

Comedones 

Los comedones, o puntos negros, son un signo bastante común de enfermedad cutánea y se producen cuando los poros se obstruyen y se llenan de material celular o de grasa. Este material puede estar infectado o no, pero suele ser un signo de algún tipo de disfunción en la piel. Los comedones se deben a diferentes causas y un perro que tenga más de un comedón o que parezca presentar inflamación, enrojecimiento o molestias alrededor de los comedones tendría que ser explorado por un veterinario.

Tumores

Los tumores de la piel son bastante infrecuentes en los perros. Algunos tipos tienen un aspecto amarronado, suelen ser de color oscuro o negro y, a menudo, presentan bordes irregulares (algo similar a una mora incrustada en la piel). Si observas este tipo de presentación y evoluciona con el tiempo, busca siempre atención veterinaria lo antes posible: cuanto antes se aborden estos trastornos, más probable es que el tratamiento resulte eficaz.

¿Está la piel engrosada o más fina de lo normal? ¿Presenta picores?

Piel oscurecida con diferentes grados de engrosamiento y picor

A menudo, en los casos de agresiones cutáneas, la piel presenta hiperpigmentación. Parte de la reparación de la piel implica un aumento de melanina, un pigmento oscuro de la piel que protege las capas cutáneas superficiales. La liquenificación es una alteración crónica del grosor de la piel que suele acompañar a la hiperpigmentación y que da lugar a la aparición de manchas oscuras en perros, ya sea en forma de áreas negras extensas o de manchas marrones localizadas. A menudo, constituye una respuesta de la piel a una inflamación e irritación continuas. Sea cual sea la causa, la irritación y la inflamación de la piel potencian la formación de células cutáneas, ya que la piel se engrosa para protegerse. Como parte de este proceso, se produce un aumento del número de melanocitos (células pigmentarias) que da lugar a un oscurecimiento de la piel, junto con los signos de la irritación subyacente. Sin embargo, esta alteración tarda semanas o meses en producirse, por lo que suele indicar que se trata de una afección que lleva bastante tiempo presente.

Entre las causas subyacentes más habituales se encuentran:
●    Alergias con manifestaciones cutáneas: incluso cuando están controladas y en tratamiento, en ocasiones se observa la aparición de liquenificación progresiva después de cada episodio, debido a la inflamación general de las zonas afectadas.

●    Infecciones bacterianas de la piel sin tratar o antiguas: si bien las infecciones bacterianas de la piel recientes son relativamente fáciles de tratar si se abordan de manera temprana, cuanto más tiempo estén activas, mayor es la irritación que causan y la probabilidad de que la reacción de la piel se convierta en crónica. En estadios avanzados, las pápulas y las pústulas evolucionan a lesiones circulares (en ocasiones, con una zona central oscura) formadas por células muertas. Estas lesiones reciben el nombre de collarete epidérmico.

●    Infecciones fúngicas o por levaduras: son muy comunes en los trastornos cutáneos crónicos. Sin embargo, puede ser un poco la situación del huevo y la gallina: ¿la infección por levaduras causó la inflamación continua de la piel o fue la inflamación la que provocó la alteración de la flora natural de la piel (el equilibrio entre los diferentes microbios naturales que viven en su superficie) y esto permitió la proliferación de las levaduras? Ambas situaciones son posibles, pero, en la mayoría de los casos, las infecciones por levaduras son secundarias a una inflamación crónica originada por otra causa, a menudo, una alergia con manifestación cutánea.

●    Parásitos cutáneos contra los que no se aplica ningún tratamiento: una vez más, los parásitos son una causa habitual de inflamación cutánea. Las pulgas, los piojos y los ácaros generan respuestas inflamatorias, pero su presencia y el picor que provocan también causan un desequilibrio de la flora bacteriana de la piel, lo que favorece las infecciones secundarias. Con el tiempo, la piel reacciona para protegerse y se produce liquenificación.
 

Sin embargo, es muy difícil distinguir a simple vista de cuál de estas causas se trata, puesto que la piel responde de forma muy similar a los alérgenos, los parásitos y las infecciones bacterianas o por levaduras. Por ello, para llegar un diagnóstico es necesaria una exploración veterinaria y, a menudo, la realización de pruebas de laboratorio en la clínica, como raspados de piel (para detectar parásitos que viven en zonas más profundas de la piel), frotis de impresión y tiras de cinta adhesiva (para detectar células, levaduras, bacterias y parásitos que viven en la superficie).

El tratamiento es, en principio, sencillo: hay que tratar la causa subyacente y, en muchos casos, la piel volverá gradualmente a su estado normal en unos meses. Para la liquenificación causada por una inflamación crónica, puede resultar beneficioso el uso de productos como DOUXO® S3 PYO, que ayudará a restaurar el equilibrio de la flora cutánea si la composición de la microbiota se ha visto alterada, o DOUXO® S3 CALM, especialmente formulado para aliviar la piel con picor, irritación y sensible.

Si no existen signos de inflamación o de trastornos cutáneos subyacentes, otras posibles causas de las manchas negras pueden ser:
 

Piel oscurecida sin picor

Existen otras causas de hiperpigmentación de la piel, en ausencia de picor, como variaciones específicas de la raza, trastornos seborreicos, alteraciones hormonales (endocrinas), algunos medicamentos, cambios fisiológicos, etc. Los trastornos endocrinos más comunes que causan hiperpigmentación son el hipotiroidismo (glándula tiroides poco activa) y la enfermedad de Cushing (glándulas suprarrenales hiperactivas). No obstante, en otros casos pueden estar implicados otros sistemas hormonales. Las alteraciones que experimenta la piel a raíz de cambios en las hormonas sexuales, como ocurre con la pubertad, la castración o la esterilización, están bien documentadas, aunque es bastante infrecuente que persistan a largo plazo. 

Los trastornos hormonales suelen causar pérdida de pelo de manera simétrica en ambos flancos, además del oscurecimiento de la piel afectada. En el caso del hipotiroidismo, pueden observarse también comedones. Estos aparecen también en el síndrome de Cushing, cuando suelen ir acompañados de un adelgazamiento de la piel y de otras lesiones cutáneas, como depósitos de calcio. Los signos sistémicos pueden incluir también alteraciones del comportamiento, en el nivel de actividad, la micción, la sed y el apetito. 

Ante cualquier sospecha de un problema hormonal o endocrino, debe buscarse siempre consejo veterinario: la mayoría de estos problemas tienen tratamiento y la piel suele recuperar su estado normal cuando se trata la enfermedad subyacente.

 

Cualquiera que sea su causa…

… el siguiente paso es hablar con tu veterinario para obtener un diagnóstico definitivo y un plan de tratamiento. Recuerda que ahora hay muchas opciones para tratar todas estas enfermedades. Algunas requerirán medicamentos orales prescritos por tu veterinario y otras mejorarán mucho con productos tópicos como los de la gama DOUXO® S3 (ya sea CALM, PYO o SEB, según la causa) que, además, contribuyen a mantener la piel sana y el equilibrio cutáneo. 

4

claves

de las manchas negras de la piel del perro