Dermatitis húmeda en gatos: ¿en qué consiste y cómo se puede abordar?

 

«La dermatitis húmeda es una afección cutánea bien conocida en medicina veterinaria. Por lo general, afecta en mayor medida a los perros y es menos frecuente en gatos. Aliviar los síntomas, hallar y tratar la causa que la provoca, y revisar regularmente el pelaje de tu gato es esencial para prevenir su reaparición».

Marina G Veterinaria

La sensación de alivio que obtenemos al rascarnos cuando nos pica la piel puede considerarse uno de los mayores placeres de la vida, tanto para las personas como para nuestros amigos felinos.

Sin embargo, a veces, si tu gato sufre dolor o presenta una irritación cutánea, puede que le resulte difícil dejar de rascarse y acabe provocándose lesiones en la piel que, a su vez, pueden dar lugar a una dermatitis húmeda.

La dermatitis húmeda no es una enfermedad. Aun así, es una lesión dolorosa que requiere atención veterinaria para averiguar qué la provoca y determinar la mejor forma de tratarla.

 

¿En qué consiste la dermatitis húmeda en los gatos?

La dermatitis húmeda es el nombre habitual que utilizamos para referirnos a la dermatitis piotraumática.

Es una afección de la piel que se manifiesta como una lesión superficial, ulcerosa e inflamatoria que se infecta rápidamente de forma secundaria, y que está provocada por un traumatismo infligido por el propio gato al mordisquearse, acicalarse o rascarse la piel con persistencia para aliviar el picor o dolor. La dermatitis húmeda se caracteriza por la presencia de lesiones que afectan a una zona bien delimitada de la piel, sin pelo, enrojecida, húmeda y con supuración, que acaba dando lugar una costra que aparece de repente, en pocas horas.

El tamaño de la lesión varía en función de la intensidad del traumatismo que se ha provocado el propio gato. Por lo general, la dermatitis húmeda se manifiesta inicialmente como pequeñas lesiones, que pueden aumentar de tamaño en cuestión de horas, sobre todo si el gato sigue lesionándose o no se trata a tiempo, ya que es una afección dolorosa que produce picor.

La barrera cutánea pierde su integridad y las bacterias que se encuentran de forma natural en la piel colonizan la herida existente. Normalmente, la colonización o sobrecrecimiento bacteriano solo afecta a las capas superficiales de la piel. Sin embargo, si no se administra un tratamiento que calme rápidamente el picor, la infección puede afectar a capas más profundas de la piel, ya que el gato hará lo posible para aliviar su picor, agravando las lesiones.

La dermatitis húmeda puede afectar a cualquier parte del cuerpo del gato, si bien la mayoría de las veces aparece allí donde el gato siente dolor o picor.

Las alergias pueden provocar una sintomatología similar que no debe confundirse con la dermatitis húmeda: placas eosinofílicas (lesiones muy pruriginosas en forma de calvas con zonas elevadas de piel enrojecida y que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo del gato, si bien son más frecuentes en la zona ventral); granuloma eosinofílico (lesiones de piel elevada y engrosada, posiblemente con cierto grado de enrojecimiento, así como con pérdida de pelo y ulceración; pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero suelen observarse con mayor frecuencia en la boca, las patas traseras y los pies), y prurito de cabeza y cuello (lesiones ulceradas con costras que pican alrededor de la zona de la cabeza y el cuello). Estas afecciones suelen tardar más tiempo en aparecer.

 

¿Qué provoca la dermatitis húmeda en gatos?

La dermatitis húmeda aparece como consecuencia de lesiones cutáneas, generalmente provocadas por el propio gato al rascarse o asearse en exceso (autotraumatismos) para aliviar el dolor o el prurito, con la consiguiente proliferación bacteriana

 Cualquier afección que provoque picor o dolor puede llevar al gato a mordisquearse, acicalarse o rascarse de forma persistente, pudiendo desarrollar una dermatitis húmeda.

 

Algunas de las causas más habituales de dermatitis húmeda son:

  • Dermatitis alérgica a las pulgas
  • Otras enfermedades alérgicas, como la dermatitis atópica o las alergias alimentarias
  • Parásitos externos, como piojos o ácaros
  • Enfermedades que provocan otitis externa
  • Dermatitis de contacto irritativa
  • Afecciones que provocan un apelmazamiento del pelo del gato y una reducción del aseo
  • Enfermedades dolorosas, como la artrosis y la cistitis idiopática
  • Estrés o aburrimiento

 

¿Qué gatos pueden sufrir dermatitis húmeda?

Los gatos de pelo largo o con un pelaje denso son más propensos a desarrollar dermatitis húmeda, igual que los gatos con antecedentes de alergias o enfermedades debilitantes.

Asimismo, si bien la dermatitis húmeda puede producirse en cualquier época del año, es más probable que aparezca en las estaciones cálidas y húmedas, ya que estas condiciones favorecen la proliferación de bacterias.

Si tu gato padece una enfermedad cutánea o dolorosa, también será más propenso a desarrollar dermatitis húmeda. Dado que a veces resulta difícil saber que tu gato siente dolor, te recomendamos que prestes atención a su comportamiento. La vocalización excesiva y los mordiscos o el aseo obsesivos en una misma zona del cuerpo, por ejemplo, pueden indicar que algo no va bien.

Afortunadamente, la dermatitis húmeda no suele ser un problema habitual en los gatos. Aun así, cuanto antes la detectes, antes podrás ayudar a tu gato y evitar posibles complicaciones.

 

¿Cuándo es necesario acudir al veterinario?

Si crees que tu gato padece dermatitis húmeda, es muy importante que consultes a tu veterinario.

Puede que sea necesario realizar una exploración física y dermatológica completa, así como hacer pruebas diagnósticas para determinar el alcance del problema y averiguar su causa. Solo entonces tu veterinario podrá establecer un tratamiento a medida para que sigas en casa.

La dermatitis húmeda puede empeorar rápidamente, así que no retrases la visita al veterinario. Hasta entonces, intenta que tu gato no se rasque ni se limpie la lesión y sigue las recomendaciones de tu veterinario.

 

¿Cómo se trata la dermatitis húmeda?

Es esencial diagnosticar y tratar la afección subyacente que provoca la dermatitis húmeda. De lo contrario, es probable que reaparezca.

El tratamiento de la dermatitis húmeda suele consistir en:

Recortar el pelo circundante

Recortar el pelo alrededor de la lesión permite una mejor circulación del aire y facilita la limpieza y la aplicación de la medicación tópica.

Limpiar y curar

La limpieza es un paso esencial en el tratamiento de la dermatitis húmeda, ya que favorece la eliminación de residuos inflamatorios y la reducción del número de bacterias presentes en la piel. A continuación, el tratamiento tendrá como objetivo aportar principios activos calmantes, antimicrobianos (si son necesarios) o una combinación de ambos. El tratamiento de la dermatitis húmeda suele ser tópico para garantizar que los principios activos actúan allí donde hace falta. No obstante, según el caso, puede que tu veterinario también recete medicación adicional oral o inyectable. Siempre que sea posible, es preferible optar por un tratamiento antimicrobiano tópico, a fin de reducir o evitar el uso de antibióticos sistémicos y minimizar el riesgo de resistencia a los antibióticos, un problema cada vez mayor tanto en la medicina veterinaria como en la humana.

La gama de productos tópicos DOUXO® S3 está formulada con principios activos que limpian la piel y el pelaje, y también actúan localmente sobre los tejidos dañados para ayudar a restaurar la integridad de la piel y su función protectora.

En caso de infección, DOUXO® S3 PYO incluye clorhexidina, un antiséptico tópico que reduce el sobrecrecimiento bacteriano, y Ophytrium, que calma la irritación, hidrata la piel y evita la adhesión de bacterias patógenas. Esta línea de productos se encuentra disponible en champú, mousse y pads. En la dermatitis húmeda, las pads son una opción de tratamiento muy útil y cómoda.

Si no se observa ningún síntoma que indique la presencia de una infección, DOUXO® S3 CALM es el tratamiento ideal para tu gato. También se encuentra disponible en forma de champú, mousse y pads.  Puedes utilizar estos productos siguiendo las recomendaciones de tu veterinario, incluso si a tu gato no le apasionan los baños. Aliviarán su picor a la vez que limpian y nutren la piel, refuerzan la barrera cutánea dañada y evitan la adhesión de bacterias patógenas.

Permitir la curación

La dermatitis húmeda no se curará si tu gato sigue rascándose o acicalándose de forma persistente, por lo que es esencial impedirle el acceso a la piel lesionada.

Sabemos que los gatos no son fanáticos de los bodis ni de los collares isabelinos, pero recuerda que, si se lame la lesión durante tan solo unos pocos minutos, puede arruinar fácilmente todo el progreso logrado. Además, solo deberás utilizarlos unos pocos días.

 

Cómo prevenir la dermatitis húmeda en gatos

La dermatitis piotraumática es una afección dolorosa que provoca malestar. Para prevenirla, sigue estas recomendaciones.

Identifica y trata las causas subyacentes

Dado que se trata de una lesión secundaria, es posible prevenir la reaparición y la gravedad de la dermatitis húmeda de forma muy significativa si se conoce y se trata la causa subyacente. Si no es posible o si tu gato padece una enfermedad crónica, asegurarte de que su piel se mantenga hidratada y sana puede contribuir a evitar su aparición.

Cumple el tratamiento antiparasitario

Cumplir el tratamiento antiparasitario prescrito y revisar regularmente sus oídos en busca de posibles signos de infección también puede ser de ayuda.

Mantén una salud óptima de la piel

Mantener el pelaje de tu gato en buen estado, cepillarlo con regularidad y adoptar el hábito de revisar su piel parece quizás algo insignificante, pero puede suponer una gran diferencia, especialmente si tiene el pelo largo y durante las estaciones más calurosas y húmedas. Detectar y tratar la dermatitis húmeda a tiempo también evitará su empeoramiento.

Algo tan simple como cortarle las uñas al gato dificultará que se dañe la piel. Sin embargo, no es una opción recomendable para gatos que salen al exterior.

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claves

de la dermatitis húmeda en gatos

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