Todo lo que necesitas saber sobre las infecciones cutáneas en gatos

 

«La infección más habitual en los gatos es la tiña. Las infecciones por bacterias y levaduras son poco frecuentes y suelen ir asociadas a lesiones autoinducidas o a enfermedades sistémicas internas».

Marina G Veterinaria

 

Dado que la piel es la primera barrera de defensa contra todo tipo de agresiones externas, no es de extrañar que los problemas cutáneos sean un problema habitual de salud en los gatos.

Pero, afortunadamente, las infecciones cutáneas no parecen ser tan comunes en los gatos como en los perros, a excepción de la tiña. A menudo se producen como consecuencia de una enfermedad subyacente que vuelve la piel más frágil, como las alergias con lesiones auto infligidas debido al picor, por ejemplo, o una enfermedad que afecte a la inmunidad del gato, como la diabetes.

Es importante tener en cuenta que el término «infección» es amplio y se refiere al sobrecrecimiento patológico de microorganismos, y que hay diferentes tipos de microorganismos capaces de infectar la piel. Los más comunes son:

  • Bacterias
  • Levaduras 
  • Hongos 

Si tu gato tiene una infección cutánea (de la piel), significa que sufre una enfermedad subyacente, por lo que no debes dudar en buscar atención veterinaria.

 

¿Qué aspecto tiene una infección de la piel?

Existen diferentes tipos de lesiones que pueden ser indicativas de una infección cutánea. La mayoría de las veces, dejando a un lado la tiña, lo que observamos y tratamos es la infección secundaria de lesiones auto infligidas por el propio gato cuando se rasca o lame en exceso. Por lo general, estas lesiones son consecuencia de la enfermedad subyacente que está afectando a la piel de tu mascota y pueden ser las siguientes: 

  • Zonas circulares con pérdida de pelo o pelos rotos, descamación y, en ocasiones, márgenes rosados o rojos alrededor de una zona central de cicatrización. Este tipo de lesiones son un signo de la tiña.
  • Lesiones pequeñas y costrosas, por ejemplo, en el tronco (dermatitis miliar).
  • Costras en la cabeza y el cuello.
  • Piel ulcerada (excoriaciones, erosiones o llagas) y heridas.
  •  Piel escamosa con caspa o grasienta, especialmente en la base de la cola.
  • Además, dado que las infecciones cutáneas suelen cursar con mucho picor, es probable que observes que el gato se rasca, frota o lame las áreas afectadas, que irán perdiendo pelo hasta presentar alopecia.

¿Qué provoca las infecciones cutáneas en gatos?

Infecciones cutáneas bacterianas: pyoderma

Las infecciones bacterianas de la piel, también denominadas comúnmente pyoderma, están causadas a menudo por S. pseudintermedius, una especie de bacteria que suele residir en la piel de forma natural.

Al igual que otros tipos de infecciones cutáneas, las infecciones bacterianas tienen por lo general una naturaleza oportunista y se desarrollan como consecuencia de una enfermedad subyacente o de una agresión auto infligida debido al picor.

Trastornos frecuentes que dan lugar a infecciones cutáneas bacterianas

  • Acné felino

La principal manifestación clínica del acné felino es la presencia de puntos negros en el mentón del animal, que dan a la zona un aspecto sucio. En algunos gatos, no aparece ningún otro signo.

Sin embargo, otros gatos más gravemente afectados pueden desarrollar pequeñas protuberancias en el mentón, que a menudo se inflama (dando lugar a lo que también se denomina «mentón graso») y se infecta. En esta fase, es probable además que los animales se rasquen el mentón, lo que empeora la infección y la inflamación, y provoca nuevas lesiones, como heridas en la piel y costras.

El acné felino suele tener un carácter recurrente y, aunque se desconoce su causa, hay ciertos factores que parecen estar implicados en su desarrollo, como la seborrea, el estrés, las agresiones externas y la disminución de la inmunidad.

  • Enfermedades cutáneas alérgicas y otros trastornos de la piel

Ya se trate de una dermatitis atópica, una alergia alimentaria o una dermatitis por alergia a las pulgas, las enfermedades alérgicas de la piel son extremadamente pruriginosas (causan picor). Cuando los gatos se rascan para intentar aliviar el picor, a menudo se producen lesiones secundarias, como las del complejo del granuloma eosinofílico (término que hace referencia a un grupo de problemas inflamatorios de la piel de los gatos) o la dermatitis miliar, que a veces se infectan.

Abscesos subcutáneos

Aunque un absceso no es una infección cutánea propiamente dicha, es el resultado de una infección y se localiza inmediatamente debajo de la piel.

La formación de abscesos es común en los gatos, especialmente cuando tienen acceso al exterior y les gusta salir fuera de casa. Las peleas con otros gatos son a menudo la causa de la formación de un absceso, ya que las mordeduras y los arañazos transportan bacterias que penetran en los tejidos.

Un absceso aparece como una hinchazón roja y caliente que puede presentar dos heridas punzantes en la parte superior. Si el absceso se rompe, se puede observar que rezuma pus. Los abscesos por mordedura de gato son más habituales en la cola, la cabeza, el cuello y las patas.

Mientras se desarrolla el absceso, puedes notar que tu gato parece más quieto de lo habitual y quizás también tiene menos apetito. A menudo, los abscesos son dolorosos, lo que puede hacer que tu gato reaccione de forma agresiva o evite las interacciones sociales. Si le han mordido en una pata, también puedes notar que cojea.

Infecciones fúngicas de la piel: tiña y Malassezia

Tiña

La tiña es una infección de la piel causada por un tipo de hongos que reciben el nombre de dermatofitos.

Los gatos contraen la tiña por contacto con animales infectados o por exposición a un entorno contaminado. Sin embargo, no todos los gatos desarrollan la enfermedad; parece que los gatos debilitados, jóvenes o de edad avanzada son más propensos a la infección.

Las lesiones de la tiña suelen tener forma circular (como un anillo) y un aspecto que varía desde zonas circulares de piel seca y escamosa sin pelo hasta áreas de piel enrojecida con presencia de caspa, pápulas y costras.

Por desgracia, esta enfermedad es contagiosa y puede transmitirse a otros animales del hogar, así como también a ti o a tu familia, especialmente en estados de debilidad o inmunodepresión.

Malassezia 

Malassezia es un tipo de levadura que puede encontrarse en las capas superficiales de la piel de los gatos sanos. En la mayoría de los casos, estas levaduras no causan ningún daño al gato, pero, si su número aumenta en exceso, pueden provocar una dermatitis (piel enrojecida, hinchada y ulcerada).

La dermatitis por Malassezia, aunque es bastante infrecuente en los gatos, provoca picor, descamación e inflamación de la piel, y afecta sobre todo a los conductos auditivos, la cara, alrededor de las uñas y el mentón (acné felino). El manto también puede tener un aspecto grasiento.

Infestación parasitaria de la piel

Las infecciones cutáneas parasitarias más comunes en gatos están causadas por ácaros. Son varias las especies de ácaros que pueden provocar problemas cutáneos, y las más frecuentes afectan a los oídos.

Cuando esto ocurre, los gatos suelen mostrar signos de malestar auricular (en las orejas), picor e incluso dolor, y puede que veas que se rascan las orejas o que sacuden la cabeza con frecuencia. También es posible que observes en el oído una secreción ceruminosa oscura característica, parecida al poso del café.

Las infecciones por ácaros en otras partes del cuerpo no son tan comunes y las lesiones pueden variar desde piel seca y escamosa hasta heridas abiertas debido al rascado, y se asocian sobre todo a la caspa andante, la sarna o la demodicosis.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de los ácaros son contagiosos para otras mascotas. Algunos ácaros son incluso infecciosos para las personas, como los que causan la sarna notoédrica, que provocan lesiones transitorias en las personas.

 

¿Cómo se diagnostican las infecciones cutáneas en gatos?

Los veterinarios realizarán una exploración clínica y posiblemente otras pruebas diagnósticas en la misma consulta. En un examen microscópico, el veterinario podrá confirmar la existencia de una infección cutánea y el organismo implicado (bacterias, hongos, parásitos). En ocasiones, será necesario llevar a cabo pruebas de laboratorio, como un cultivo, para identificar la causa o elegir el tratamiento más adecuado.

  

Tratamiento de las infecciones cutáneas en gatos

Como las infecciones cutáneas pueden estar causadas por diferentes organismos, el tratamiento variará en función de cuál sea el que afecta a tu gato.

Además, estas infecciones son casi siempre el resultado de una enfermedad subyacente, por lo que la eficacia del tratamiento depende del diagnóstico y el tratamiento simultáneo de dicha enfermedad.

Sin embargo, el tratamiento tópico es primordial en las infecciones cutáneas bacterianas y por levaduras por tres razones:

  1. Limpiar primero las zonas afectadas con un desinfectante seguro para mascotas, una solución antiséptica o un champú, como los discos y el champú de algodón DOUXO® S3 PYO (Con clorhexidina al 3% para el sobrecrecimiento bacteriano y de levaduras), ayudará a eliminar los residuos, y permitirá el contacto directo de los productos tópicos con las zonas afectadas para disminuir el número de gérmenes.
  2. La aplicación de ingredientes activos a nivel local calmará la piel de tu gato de forma mucho más rápida y le proporcionará alivio, algo muy importante en los gatos con picor para romper el ciclo de picor-rascado.
  3. Nutrir y rehidratar la piel es esencial para contribuir a la restauración de su integridad y su función protectora.

Cuando el uso de productos tópicos sea un problema, tu veterinario puede sugerirte antibióticos y antifúngicos alternativos. En el caso de otros hongos y parásitos, se necesitan medicamentos específicos. La prevención de los ácaros del oído es posible con algunos productos de aplicación en pipeta («spot-on»), que pueden formar parte de los tratamientos antiparasitarios habituales de tu mascota.

Cuando es necesario iniciar un tratamiento, este suele ser una combinación de limpieza del oído y aplicación de un fármaco acaricida en el interior (y a veces alrededor) del canal auditivo.

Utiliza los antibióticos, antifúngicos y acaricidas siempre de conformidad con las instrucciones de tu veterinario; de este modo, ayudarás a evitar la aparición de resistencias a estos productos.

Según el tipo de infección, es posible que se recomiende el tratamiento de todos los animales de compañía que vivan en tu hogar.

 

Cómo prevenir las infecciones cutáneas en gatos

Las infecciones en la piel suelen ser el resultado de un trastorno cutáneo o una enfermedad sistémica subyacentes. Para prevenir las infecciones cutáneas en gatos, asegúrate de abordar cualquier problema que observes en su piel tan pronto como sea posible.

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claves

de las infecciones cutáneas en gatos

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