Todo lo que necesitas saber sobre las alergias alimentarias en perros

 

Al igual que las personas, los perros pueden sufrir alergias alimentarias. No es el tipo de alergia más habitual, pero debe evaluarse en todos los perros alérgicos. Además, su tratamiento es muy simple: solo hay que evitar la exposición al alérgeno que la provoca.

Marina G Veterinaria

Las alergias alimentarias son probablemente el tipo de alergia más conocido en los perros. Al igual que en las personas, las causas de las alergias alimentarias en perros son muy diversas. A menudo se manifiestan como problemas cutáneos y, con menor frecuencia, como problemas digestivos. Sin embargo, a diferencia de los seres humanos, nuestros mejores amigos no pueden explicarnos que algo les está provocando un problema. Así que muchas veces pasamos por alto los primeros síntomas y no nos damos cuenta hasta que observamos en nuestra mascota un síntoma muy obvio, como, por ejemplo, la piel en carne viva o que incluso sangra. En este punto, nuestra mascota está sufriendo de verdad.   

¿Cómo puedes saber si tu perro sufre una alergia alimentaria?

Cuando vemos que nuestro perro se lame o mordisquea el cuarto trasero, solemos pensar que es un comportamiento normal. Sin embargo, esta conducta también puede estar provocada por una alergia y es importante conocer las diferencias entre el picor que se alivia al rascar y el picor crónico. Si tu perro te mantiene en vela toda la noche porque se rasca, no tengas duda de que él tampoco duerme bien. 

Algunos de los síntomas que pueden indicar que tu perro sufre una alergia, pero que no son específicos de las alergias alimentarias, son:

  • Se rasca debido al prurito (picor en la piel), que puede variar en intensidad (durante todo el año, sin observarse diferencias entre las diferentes estaciones).
  • Se mordisquea los pies o la zona del cuarto trasero.
  • Se frota la cara contra la pared o el sofá.
  • En los perros blancos o de color pálido, pueden observarse zonas en las que el pelaje es de un color más oscuro. Se trata de manchas de saliva que se generan al lamerse de forma repetida.
  • Pérdida de pelo.
  • Piel enrojecida e inflamada (especialmente en los pies, la cara, la barbilla, las orejas, las axilas, la barriga y las ingles).
  • Picor en las orejas, que están enrojecidas e inflamadas.
  • Infecciones de oído recurrentes.
  • Pelo graso/descamación.
  • Problemas recurrentes con las glándulas anales y necesidad de vaciarlas con mayor frecuencia.
  • En los casos más crónicos, la piel puede presentar un color más oscuro y ser más gruesa.
  • Diarrea intermitente o heces sueltas y malolientes.
  • Vómitos.
     

¿Qué alergias alimentarias son más habituales en los perros?

Los perros pueden ser alérgicos a cualquier ingrediente de su comida, incluso si siempre han comido lo mismo. Sin embargo, determinados ingredientes son más propensos a provocar una reacción alérgica que otros. Lo más habitual es que los perros sean alérgicos a las proteínas, sobre todo a las de la carne de vacuno (60 % de los casos), los productos lácteos, el pollo, el cordero, la soja (32 % de los casos). el maíz, el trigo y los huevos. Las proteínas del pescado también pueden provocar reacciones alérgicas.

Por desgracia, muchos de estos ingredientes se encuentran de forma habitual en la comida para perros. Cuando un perro come uno de estos ingredientes, su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada, desencadenando diferentes síntomas. 
 

¿Presentan determinadas razas una mayor predisposición a padecer alergias alimentarias? 

La predisposición a sufrir una alergia alimentaria no depende directamente de la raza del animal, es decir, no hay razas de perros que presenten de por sí una mayor tendencia a sufrir alergias alimentarias. Sin embargo, dado que las alergias alimentarias se observan con mayor frecuencia en perros con dermatitis atópica (una enfermedad de la piel que provoca un intenso picor), las razas más propensas a sufrir dermatitis atópica también tienden a sufrir alergias alimentarias más a menudo. Algunas de estas razas son el cocker spaniel americano, el springer spaniel inglés, el labrador retriever, el collie, el schnauzer miniatura, el shar pei, el caniche, el westie, el bóxer, el teckel, el dálmata, el lhasa apsos, el pastor alemán y el golden retriever.  

 

¿Cómo se diagnostica una alergia alimentaria en los perros? ¿Existe alguna prueba para detectarla? 

Si tu perro presenta síntomas que pueden indicar la posible presencia de una alergia alimentaria, acude al veterinario. Lo primero que el veterinario comprobará es que su calendario de desparasitación esté al día, a fin de descartar una posible alergia relacionada con las pulgas. También comprobará si presenta una infección provocada por bacterias u hongos y, de ser así, la atajará antes de continuar investigando.

Si tu veterinario tiene la certeza de que tu perro no sufre una alergia a las pulgas, empezará a evaluar la posibilidad de que padezca una alergia alimentaria. Indícale todo lo que le das de comer y no te olvides de mencionar si tienes otras mascotas que sigan una alimentación diferente, a la que tu perro puede acceder, como, por ejemplo, comida para gatos.

Una de las principales causas de las alergias alimentarias en perros son esas deliciosas golosinas que nos encanta comprar, pero que pueden estar recubiertas con colorantes y saborizantes artificiales para que resulten más apetecibles. Eliminarlas de la dieta puede ser un primer paso. 

 

Además de eliminar las golosinas, es probable que el veterinario te recomiende seguir una dieta de eliminación. Es la mejor manera de diagnosticar una alergia alimentaria y consiste simplemente en alimentar a tu perro con una dieta hipoalergénica (recomendada por tu veterinario) con ingredientes específicos a los que tu perro no reaccionará, ya que nunca ha sido alimentado con ellos (puede que tu veterinario te pida que le digas todo lo que le has dado de comer), y que durante un determinado período de tiempo, normalmente de unas 8 semanas, no coma nada más (debe continuar teniendo a su disposición agua fresca, como siempre). Esta dieta hipoalergénica puede ser una dieta preparada comercialmente o cocinada en casa, si dispones del tiempo necesario para ello. Si tu perro mejora durante este tiempo, es probable que sea alérgico a algún ingrediente de su comida habitual. 

Para confirmarlo, el veterinario reintroducirá la comida que suele comer de forma habitual y, por lo general, el perro volverá a empeorar en dos semanas.  Si come más de un tipo de alimento, se reintroducirá un alimento cada vez. Como parte de este proceso, se volverá a administrar la dieta de eliminación y, a continuación, idealmente, se añadirán los alérgenos específicos a la dieta del perro de uno en uno, durante una o dos semanas, para determinar cuál está causando la reacción alimentaria adversa. 

 

Cuidados a largo plazo que necesita un perro con alergias alimentarias 

Es importante que tu perro siga una dieta adecuada de por vida, ya que el tratamiento más eficaz consiste en evitar la exposición a los alérgenos que le provocan la reacción alérgica. No permitas que tu perro ingiera alimentos distintos a la dieta recomendada y mantén sus cuencos de agua y comida bien limpios. Tu veterinario te ayudará a elegir la dieta más adecuada para él. Simplemente, debe tratarse de una dieta de alta calidad que no incluya los alérgenos que desencadenan la respuesta inmunitaria. 

Muchas alergias alimentarias sencillas pueden resolverse con un plan de alimentación minucioso. Una vez identificados los alérgenos, suele observarse una mejora de forma bastante rápida. Sin embargo, encontrar el alérgeno que provoca la reacción alérgica puede llevar tiempo, por lo que requiere paciencia. Durante este tiempo, a fin de aliviar las molestias que experimente tu perro, puede que el veterinario te recete algún producto para aliviarla piel. Entre estos, los productos tópicos como DOUXO® S3 CALM contribuirán a aliviar la piel inflamada, a reforzar la barrera cutánea dañada y a evitar la adhesión de bacterias que pueden aumentar la intensidad del brote. 

Si tu veterinario sospecha de una alergia más compleja o de múltiples alergias, podría recomendar pruebas de alergia más exhaustivas. Seguir un diario/registro de su salud puede resultar muy útil en estos casos, especialmente si permite retroceder hasta identificar el momento en el que aparecieron los primeros síntomas. Tu veterinario intentará buscar tendencias, sobre todo estacionales. Si notas que tu perro empieza a rascarse más en una estación concreta, podría ser un indicador de que padece diferentes alergias. En este caso, el veterinario te recomendará llevar a cabo pruebas de alergia más exhaustivas, a fin de encontrar los alérgenos exactos a los que tu perro es sensible. 

Con un diagnóstico preciso, el veterinario podrá iniciar el tratamiento lo antes posible y tu mejor amigo podrá volver a disfrutar de una vida sin picores.
 

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claves

de las alergias alimentarias en perros

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